por muy fuerte que me veas, yo también tiemblo a veces, por mucha seguridad que desprenda, las dudas también me vencen, te fuiste tú o te dejé marchar, que más dá. Que no mires atrás, que olvides los amores perdidos , ya nunca volverán, ya se pierden con el tiempo, buscando un beso que los pueda rescatar. No quiero frases echas, ni rutinas en mi cabeza, no quiero que me quieras, ni por quién soy, ni por belleza, no quiero mil palabras, yo quiero un echo. Me miro en un espejo firmemente, me lo pregunto, si queda de mí, algo de ayer, si este dolor que siento , es arrepentimiento, son cenizas quemadas, que si te fuiste ya una vez, no volveré a quererte.

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nada en esta vida es igual , todo es diferente, el norte, arriba ; el sud, abajo. El negro, oscuro ; el blanco, claro. O siempre o nunca, no hay sentimiento intermedio. O lo sabes o no lo sabes. O lo expresas o no lo expresas. Decides tú, o lo hago yo . Me quieres, o me odias, no hay nada que dé realmente igual. Estás aquí, o te vas.
Amor, odio. Sentir. Marcharse, volver , quedarse en el lugar que preferiste antes que a mí. Juventud, vejez . Me importas, no me importas. Verano e invierno. Felicidad y tristeza. Vivir aquí, o morir para ir allá. O crees, o no crees, no hay un punto intermedio entre la fe. Reír, sonreír, llorar y derramar lágrimas. Llorar de felicidad, o de tristeza. Frío, calor. Tú y yo; polos opuestos. Como un imán , cuando ya estábamos unidos, parecía imposible de arrancar, de despegar, pero nadie dijo, que sería imposible.